El gobernador de Florida, Ron DeSantis, suspendió a un fiscal estatal que se comprometió a no procesar casos relacionados con la reciente prohibición del aborto después de 15 semanas de gestación en este estado del sur de EE UU, además de manifestar su apoyo a los tratamientos de reasignación de género en menores de edad.
«Los fiscales estatales tienen el deber de enjuiciar los delitos tal como se definen en la ley de Florida. No elegir qué leyes hacer cumplir en función de su agenda personal», señaló DeSantis en un comunicado en el que dio a conocer la suspensión el jueves del fiscal estatal del condado de Hillsborough, Andrew Warren.
DeSantis, figura ascendente dentro del Partido Republicano y que en noviembre de este año aspira a la reelección, apeló a las facultades que le otorga la Constitución estatal para suspender a Warren,miembro del Partido Demócrata que resultó elegido por los votantes de ese condado en 2016 y reelegido en 2020.
En su reemplazo, DeSantis designó a la fiscal estatal Susan López, una jueza del condado de Hillsborough.
La decisión mereció que un grupo de personas se concentrara este viernes delante de la sede de los juzgados de ese condado, en la ciudad de Tampa, para denunciar lo que calificaron de acción «autócrata».
La comisionada de Agricultura de Florida, Nikki Fried, la única demócrata en el Ejecutivo floridano, fue parte de esta manifestación, quien señaló que el poder de suspender a un funcionario electo pertenece a los votantes y no al gobernador.
«No le corresponde al gobernador destituir a los funcionarios electos porque no está de acuerdo con sus filosofías», señaló Fried. Quien no dudó en calificar a DeSantis como «la mayor amenaza a la democracia en todo el país», recoge este viernes el diario Miami Herald.
