Las escuelas primarias de Florida no podrán enseñar asuntos relacionados con la orientación sexual o la identidad de género a partir del 1 de julio, después de que el gobernador del estado, Ron DeSantis, firmara este lunes una ley que, según sus detractores, podría perjudicar a la comunidad LGTBI.
«Nos aseguraremos de que los padres puedan enviar a sus niños a la escuela para que reciban una educación, no un adoctrinamiento», declaró el gobernador republicano antes de ratificar la ley.
El texto se aplicará desde el preescolar hasta el tercer grado, donde los alumnos suelen tener ocho o nueve años.
La oposición demócrata y activistas LGTBI no lograron frenar una ley que apodaron «Don’t Say Gay» («No Digas Gay») y que causó mucho revuelo en Estados Unidos tras su aprobación por el Senado de Florida, de mayoría republicana, el 8 de marzo.
La controversia provocó incluso protestas entre trabajadores del gigante del entretenimiento Disney por no oponerse a la ley de forma tajante.
La compañía, que emplea a unas 75.000 personas en su parque de atracciones de Orlando, en Florida, condenó este lunes su aprobación en un comunicado.
La víspera, las tres presentadoras de las galas de los Oscar en Hollywood, Amy Schumer, Regina Hall y Wanda Sykes, aludieron a la ley educativa en su discurso de apertura. En este repitieron numerosas veces la palabra «gay».
Durante meses, los republicanos de Florida libraron una batalla sobre la educación, con el objetivo de que los padres tuvieran un mayor poder de decisión sobre lo que sus hijos aprenden en la escuela.