El gobierno de Estados Unidos anunció este miércoles que tiene intención de comenzar a administrar la tercera dosis de la vacuna contra el covid-19 a partir del 20 de septiembre para aquellas personas que hayan recibido la segunda inyección ocho meses antes.
Las autoridades sanitarias han tomado la decisión debido a que han visto una reducción de la efectividad de las vacunas con el paso del tiempo y por la expansión de la variante delta.
El cirujano general de EE UU, Vivek Murthy, principal portavoz del Ejecutivo en materia de salud pública, destacó que «los datos recientes dejan claro que la protección contra la enfermedad leve y moderada disminuye con el tiempo».
«Esto es probablemente por un declive de la inmunidad y la fortaleza de la expansión de la variante delta», explicó Murthy en rueda de prensa del equipo de respuesta a la pandemia de la Casa Blanca.
Antes de iniciar este proceso, la tercera dosis de las vacunas de Pfizer y de Moderna deberá recibir el visto bueno de la Administración de Fármacos y Alimentos (FDA, en inglés), la agencia encargada de aprobar los sueros, y de un comité científico de los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC, en inglés).
Aun así, los expertos del gobierno expresaron confianza en que recibirá pronto luz verde y que podrán empezar a administrar la tercera dosis a partir del 20 de septiembre.
Aun así, los expertos del gobierno expresaron confianza en que recibirá pronto luz verde y que podrán empezar a administrar la tercera dosis a partir del 20 de septiembre.
«Pónganse su dosis de refuerzo ocho meses después de que reciban la segunda dosis; es decir, si usted recibió la segunda el primero de febrero podría tener la tercera a partir del primero de octubre; si recibió la segunda el 12 de marzo, tendrán la de refuerzo a partir del 12 de noviembre», ejemplificó Zients.
Pese a esta decisión, los expertos del gobierno hicieron hincapié en que los datos de los que disponen confirman que la protección de las vacunas sigue siendo alta frente al covid grave.
Murthy remarcó que han optado por recomendar una tercera dosis porque les preocupa que la protección vaya a menos y acabe mermando frente a la enfermedad grave.