“La Iglesia Doral Jesús Worship Center es un lugar donde las puertas están abiertas para todo aquel que quiera venir a adorar y buscar comunión con Dios, sin importar ideales políticos”, respondió a DIARIO LAS AMÉRICAS el pastor Frank López, tras ser señalado desde la Habana por el canciller Bruno Rodríguez Parrilla, de ser cómplice de Alexander Alazo, el hombre diagnosticado con esquizofrenia, a quien el régimen cubano insiste el etiquetar como autor de un supuesto «atentado terrorista» contra su embajada, ocurrido la madrugada del 30 de abril.
El pastor López, quien contestó a la solicitud de emitir su respuesta a través de una declaración por escrito enviada a esta redacción, añadió “nuestro mensaje como iglesia está basado 100% en los principios bíblicos y en el mensaje de Salvación del Señor Jesucristo. Referente al señor Alexander Alazo, lo único que sabemos es que asistió por varios meses a nuestra iglesia en el 2018. Luego supimos que se había mudado de la ciudad. Lamentamos mucho la situación por la que está pasando Alexander y su familia ahora mismo, y los tenemos presentes en nuestras oraciones.”
El líder religioso accedió a responder a los señalamientos de que fuera objeto este martes durante una rueda de prensa realizada en La Habana. Sin embargo, el ministro evangélico impugnado por Rodríguez Parrilla, no es la misma persona que facilitó a DIARIO LAS AMÉRICAS los datos y fotografías de Alexander Alazo que permitieron conocer el rostro de la persona señalada de atacar la embajada cubana en la capital de EEUU.
El pastor evangélico que prestó declaraciones sobre Alazo en carácter de exclusiva a DIARIO LAS AMERICAS y que permanece en el anonimato, conoce al presunto atacante desde Cuba, cuando juntos pertenecían a la misma congregación religiosa.
Cuba se anticipa
Con dos días de antelación a la fecha fijada para la vista en corte que debe enfrentar Alexander Alazo, La Habana, en la persona de su canciller, Bruno Rodríguez Parrilla, se encargó este 12 de mayo de sentenciar y emitir un fallo en el caso que la justicia estadounidense sigue contra el hombre a quien sus allegados y su esposa identifican como una persona con trastornos mentales.
Según se reportó, inmediatamente después de que el incidente fuera notificado por vecinos de la zona, la policía metropolitana de la capital estadounidense y el Servicio Secreto, encargado de resguardar las sedes diplomáticas, se hicieron presentes en el lugar. El jefe de la misión cubana en EEUU, José Ramón Cabañas, que fue notificado y acudió a esa hora, en declaraciones preliminares reconoció la rapidez del actuar de los servicios policiales de la zona donde está enclavado el edificio.
Sin embargo, el perfil del individuo acusado de realizar el asalto que se ha ido definiendo a partir del resultado de los interrogatorios a los que han sido sometidos él y su esposa, así como los testimonios emitidos por personas que le conocen, no son precisamente los argumentos de los que Cuba se ha servido para lanzar acusaciones que no sólo involucran al presunto atacante; hay otras personas, residentes en el condado Miami-Dade y la mencionada institución religiosa de Doral, que según el jefe de la diplomacia cubana, son “cómplices de Alazo”, en lo que Cuba deliberadamente califica de “atentado terrorista” y por lo cual exige explicaciones al Departamento de Estado de EEUU.
“Cuba espera que el gobierno de EEUU cumpla sus obligaciones internacionales”, decía en rueda de prensa Rodríguez Parrilla en alusión expresa a que el Gobierno estadunidense debe dar respuesta sobre el actuar de un hombrea quien La Habana intenta identificar como símbolo de las relaciones entre ambos gobiernos, cuyo diferendo político supera las seis décadas y experimentó un escueto periodo de distención durante la administración del presidente Barack Obama, después de que saliera a la luz el resultado de diálogos secretos que habían estado teniendo lugar desde mucho antes de que se anunciara la llamada política de acercamiento entre los dos países.
Si de reseñar hechos concretos se trata, que son en definitiva los que permiten una relatoría cercana a la verdad; Cuba está exigiendo por anticipado el resultado de un proceso que ceñido a los estándares de la justicia no ha concluido aún.
Alazo, como se ha dicho y reiterado en cuanto reporte de prensa ha trascendido, después de ser arrestado, prestó declaraciones durante los interrogatorios practicados por los investigadores. El resultado que emita finalmente un juez acerca o no de su culpabilidad no estará basado en las alegaciones o especulaciones de que pudiera haber estado influenciado por el discurso que define la postura del gobierno de EEUU a las políticas dictatoriales imperantes en Cuba.
Hasta el momento, la respuesta pública emitida por Washington tras conocerse el suceso ha sido de rechazo. El mismo día del ataque, la encargada de negocios de la embajada estadounidense en La Habana, Mara Tekach manifestó preocupación por lo ocurrido en la sede diplomática cubana en Washington. El propio Presidente de EEUU negó que su país haya tenido algún vínculo con el ataque.
No obstante, tanto en reportes periodísticos que se han hecho eco de las acusaciones de Cuba contra EEUU como en la rueda de prensa ofrecida este martes por Rodríguez Parrilla, la hipótesis que califica la acción de Alexander Alazo como “crimen de odio” se sigue alimentando aunque no exista veredicto conclusivo por parte de los investigadores ni del juez que lleva el caso de Alexander Alazo.
Cuba acusa al secretario de Estado de Estado de EEUU, Mike Pompeo, de guardar silencio acerca de ese suceso por el que exige respuesta; intenta establecer un vínculo de las opiniones emitidas por funcionarios estadounidenses con relación a las llamadas misiones médicas cubanas con el incidente acontecido en la embajada cubana; de otra parte, menciona el embargo y las sanciones económicas de Washington y lo califica de “política genocida” contra el pueblo cubano; finalmente, vincula el ataque atribuido a Alexander Alazo con quienes en fecha reciente en varios sitios de la isla utilizaron imágenes y bustos de José Martí, héroe de la independencia, para mostrar inconformidad con el régimen.
Sin dudas, y aunque tantas acusaciones sin respaldo de pruebas han sido presentadas por Cuba contra Alexander Alazo, la sentencia que evalúe su conducta será emitida en corte este 14 de mayo, a partir del veredicto de un juez y no basado en las especulaciones de quienes lo relacionan con hechos que intentan identificarlo como un enemigo político.
Fuente: Diario las Américas.