El presidente de Bolivia, Evo Morales criticó este miércoles a representantes de la oposición de su país, y les acusó de perpetrar un golpe de estado en su contra, tras las multitudinarias protestas que alegaban fraude en las pasadas elecciones del fin de semana.
Al mismo tiempo, Morales se declaró nuevamente ganador de la contienda electoral al conseguir un 46,49% de los votos, 9,5 puntos por encima que su oponente; pero por debajo de los 10 puntos porcentuales necesarios para evitar una segunda vuelta.
La noche del martes manifestantes se apostaron a las afueras del hotel donde se realizaba el conteo de votos en la ciudad de La Paz, en reclamo a lo que consideraron un intento del gobierno boliviano por manipular los resultados electorales.
Al día siguiente el mandatario aseguró en rueda de prensa que los hechos ocurridos responden a un plan de golpe de estado en su contra, elaborado por la oposición a su gobierno con ayuda de la comunidad internacional.
